Para Donald Trump, las tensiones con Rusia son capítulo pasado. Recién acabado un G20 que ha mostrado su soledad internacional, el presidente de Estados Unidos exhibió este domingo al mundo su nueva relación. Poco importó la investigación por la injerencia electoral del Kremlin o los modos despóticos de Vladímir Putin. “Ha llegado el momento de trabajar constructivamente con Rusia”, afirmó en un serie de tuits en los que, para desazón de sus servicios de inteligencia, llegó a propugnar la creación con Moscú de una “Unidad de Ciberseguridad” para protegerse precisamente “del jaqueo electoral y muchas otras cosas”.
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